Aunque ilegales en suelo francés, los bloqueadores de olas se están multiplicando en el territorio. Son especialmente populares entre los ladrones, que pueden desactivar fácilmente los sistemas de seguridad e impedir la comunicación.
Los bloqueadores de olas están en la mira de la ANFR, la Agencia Nacional de Frecuencias y la gendarmería. Aunque ilegal en Francia, el uso de estos pequeños dispositivos ha aumentado significativamente en los últimos meses. Estas cajas, que cotizan en unas decenas de euros en Amazonpuede codificar todo tipo de señales y crear interferencias que pueden impedir el uso de una red como 4G, 5G o una conexión Wi-Fi.
un bloqueador dificulta las transmisiones en múltiples bandas, como ondas GSM (entre 900 y 980 MHz), ondas GPS (entre 1570 y 1580 MHz) u ondas Wi-Fi entre 2400 y 2500 MHz. Estos dispositivos son particularmente apreciados por los ladrones, quienes los utilizan en particular para bloquear las comunicaciones entre los sistemas de alarma y los teléfonos inteligentes de los usuarios.
Tal y como explica el jefe adjunto del servicio de Aix-Marsella de la ANFR en el diario Punto, el número de intervenciones para acabar con las interferencias se disparó en el primer trimestre de 2021. De hecho, la agencia lamenta un centenar de intervenciones entre enero y marzo de 2021. A lo largo del año y a nivel nacional, la ANFR atiende una media de 1.500 casos de interferencia, principalmente en redes de telefonía móvil 3G, 4G y 5G. .
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Un preocupante aumento de los casos de atasco
“Nuestros equipos de monitoreo de espectro están extremadamente ocupados. El número de informes de interferencia transmitidos a la ANFR para su intervención va en aumento. 633 casos están siendo investigados en los distintos departamentos regionales de ANFR. Son más de 69 más en un mes”, confía la institución a nuestros compañeros de BFM TV.
Si bien la gran mayoría de los casos involucran interferencias involuntarias relacionadas con el mal funcionamiento de varios dispositivos, algunos están directamente relacionados con actividades delictivas, como robos o robos. acciones militantes para luchar contra el despliegue de 5G por ejemplo. Aún así, estos casos son mínimos (20 por año según la ANFR), prefiriendo los anti-5G más bien incendiar y destruir las antenas.
Como señala la ANFR, en virtud del artículo L.39-1 del Código de Correos y Comunicaciones Electrónicas, la perturbación de las transmisiones hertzianas de un servicio autorizado mediante el uso de equipos de radio está sujeta a 30.000 € de multa y seis meses de prisión. A esto hay que sumar 450€ de indemnización pagada a la ANFR, para reembolsar los costes de la intervención. Por el momento, la institución, al igual que las autoridades, aún no ha detallado su plan de acción frente a este preocupante fenómeno.
Fuente : BFM